Los niños son el futuro de toda sociedad y representan la alegría en el hogar; con su candidez, inocencia y dulzura reconfortan el ánimo de las personas. La mirada de un niño refleja ternura, trasparencia y tranquilidad. En su ser anida una fuente inagotable de energía que contagia; irradian felicidad, positivismo y amor por la vida.
De allí, que los padres de familia, se preocupen por conservar esa inocencia en los niños, preservando su pureza por el mayor tiempo posible durante su infancia. Formando a sus pequeños en VALORES, sembrando en el candor de su corazón esta valiosa semilla, para que forjen sus vidas en la dinámica del bien. Es importante que los padres de familia comprendan que los niños son vulnerables por naturaleza, apenas se están abriendo a un mundo totalmente desconocido, que aún no cuentan con las herramientas para defenderse y en su ingenuidad pueden convertirse en presa fácil de las personas inescrupulosas que buscan dañar su mente y su corazón, causando heridas que los marcarán para siempre.
Es recomendable crear ambientes de confianza, donde los niños puedan expresar a papá o mamá, situaciones estresantes que puedan estar viviendo a causa de algún amigo, familiar o extraño. Escuchar y prestar atención a lo que dicen, analizar los cambios repentinos en su conducta, hacen parte de la ruta correcta para evitar el abuso o el maltrato. Ejemplo: si le recomiendan a alguien, cuidar una suma considerable de dinero, seguramente no la dejaría a la vista de todos, no la dejaría al cuidado de un desconocido, vigilaría constantemente que todo esté en orden, no permitiría que nadie tocara ese dinero por temor a perderlo, lo mantendría alejado de los extraños; pues cuánto mayor debe ser el esfuerzo para cuidar a los niños, ya que son el invaluable tesoro para la familia y la sociedad en general.
Es esencial que los padres de familia, hablen con sus niños del peligro que corren por el uso inadecuado del internet, las redes sociales, el celular; establecer acuerdos para los programas de televisión, porque no todos son convenientes a su edad. Recordarles las normas básicas de comportamiento como es saludar, dar las gracias, pedir el favor, ser educados dentro y fuera del hogar, enseñarles los buenos modales y las sanas costumbres. Es urgente desempolvar estas reglas de antaño, que con el pasar del tiempo la sociedad ha querido ignorar.
Es muy frecuente, observar niños que ejercen autoridad sobre sus progenitores, los manipulan de una manera alarmante, ellos son los que deciden, arman berrinche o pataleta para conseguir lo que desean, no obedecen, no tienen normas ni horarios, hacen lo que quieren, sin ningún tipo de corrección por parte de papá o mamá.
Padres de familia, el complacer a los niños en todo, les traerá amargas consecuencias: pérdida de la autoridad, jamás apreciarán sus esfuerzos, los verán siempre como un cajero automático que les satisface sus caprichos y tarde o temprano sus comportamientos inapropiados les harán pasar vergüenzas. Si se ama a un niño se corrige, para que no se convierta más adelante en el hazme reír de los demás.
La protección que se debe brindar a los niños no se basa solo en lo físico, también los padres de familia deben cuidar su área emocional, espiritual y psicológica. Construir familias con VALORES vale la pena, es como sembrar una pequeña semilla, poco a poco va creciendo, hasta convertirse en un árbol maravilloso que presta gran utilidad con su fruto y alberga a muchos con su sombra.
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