martes, 17 de septiembre de 2013

EL VALOR DEL AGRADECIMIENTO

La GRATITUD emerge de los corazones humildes, justos y ecuánimes. El agradecimiento es una respuesta perenne de alguien que ha recibido un favor, de parte de los seres que ama, del mundo, de la sociedad, e incluso de personas desconocidas que con su trabajo, hacen que la vida sea más tranquila, sencilla y agradable.
Ser agradecido demuestra un equilibrio emocional y psicológico, puesto que la persona admite que necesita de los demás, reconoce que las cosas buenas con las que cuenta hoy, han sido gracias a lo que otras personas les han prodigado: amor, protección, educación, cuidado, etc.
 
El agradecimiento es una cualidad que se debe poner en práctica, ya que el mundo moderno tiende a subvalorar el servicio, el tiempo, el esmero y el sacrificio que algunas personas realizan incondicionalmente en beneficio de otros. La gratitud tiene un efecto multiplicador, que genera recíprocamente felicidad, bienestar y regocijo.
 
Cada mañana al despertar, es una oportunidad para agradecer a Dios por el nuevo día, el don de la vida, la familia, los amigos, el empleo, las cosas materiales, los talentos y carismas que poseemos; por recibir gratuitamente el sol, la lluvia, el viento, la luna, las estrellas, la naturaleza y su infinito amor.
 
Si quieres recibir más, debes ser más agradecido. No pienses en lo que no tienes, enfócate en lo que tienes, disfruta y se feliz. Es tan importante, saber dar las GRACIAS como aprender a recibirlas. Si alguien te da las GRACIAS, recíbelas con humildad.
 
Cuando pidas un favor, no pienses que el otro está en la obligación de hacértelo, es simple generosidad de su parte si lo hace o no; por esto, la gratitud marca la diferencia, porque es reconocer que el otro está donando su tiempo, esfuerzo, energía y capacidades para realizar lo que le estás solicitando.
 
Cuando pagas por un servicio recibido, el dinero en sí, no expresa la gratitud. La gratitud se manifiesta con tus palabras y actitudes.

Es un ser mezquino, quien piensa: "Con lo que le he pagado u obsequiado ya no estoy en deuda", "por eso cobra, ese es su trabajo". El agradecimiento no se mide por lo que se paga o por lo que se regala, el agradecimiento perdura eternamente.
 
Es necesario educar en el agradecimiento, es mucho por lo que hay que agradecer, pero muchas veces el orgullo, hace suponer que el otro sabe que le estoy agradecido. Piensa por un momento, en las personas que te sirven incondicionalmente la mayor parte del día, todos los días y con las cuales en ocasiones eres desagradecido y poco cortés.
 
Enchufa tu vida al conector de la gratitud. Cuánto más agradecido seas, mayor será el número de la personas que te aprecien.
 

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