La vida es un viaje maravilloso que se inicia sin equipaje, llegas al mundo totalmente desnudo, vulnerable, frágil y necesitas del cuidado de otros para sobrevivir. Y es allí, en los primeros años de vida, donde se reciben las herramientas que servirán para afrontar los retos que trae este viaje en sus múltiples itinerarios.
Algunas de estas herramientas son los VALORES inculcados en el seno del hogar, aunque parezca imposible, estos trascienden en cada etapa de la vida. El hábito de practicar los VALORES en el diario vivir, trae beneficios abundantes para consigo mismo, ya que las relaciones interpersonales, laborales, profesionales y familiares estarán marcadas por el éxito.
Los VALORES representan una riqueza invaluable, que se debe compartir en el interactuar de la vida, para que unos y otros experimenten el bienestar de vivir en armonía con sus semejantes. Son innumerables los VALORES que existen, sin embargo, es fundamental que cada persona establezca un orden de prioridad según su criterio; ya que los gustos, preferencias y circunstancias son diferentes para cada ser humano.
Practicando los VALORES, continúas el itinerario de la vida en primera clase, pues una alta dosis de VALORES, trae felicidad para consigo mismo, la cual es revertida a los demás. Estos son algunos de los VALORES: amor, alegría, amistad, creatividad, generosidad, solidaridad, honestidad, respeto, responsabilidad, bondad, humildad, servicio, paciencia, confianza, valentía, etc.
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